La educación
El derecho más temido
El mundo está convulsionado y expectante. La situación en Afganistán mantiene en vilo al mundo occidental, destacando como una de las grandes preocupaciones el destino de las mujeres y niñas afganas bajo el dominio de un gobierno talibán.
Las redes sociales están invadidas con las restricciones que tienen las mujeres y niñas en el mundo musulmán radical y entre las 29 que circulan, está la prohibición a la educación.
Pero, ¿por qué temerle tanto a la educación al punto de evitar su acceso a la misma? Es muy sencillo: mientras la UNESCO la define como un derecho humano fundamental que ocupa el centro mismo de la misión de dicha Organización y que está indisolublemente ligado a la Declaración Universal de Derechos Humanos establecida en 1948, la realidad es que la educación no es más que poder.
Cuando se tiene educación, las personas toman el control de sus decisiones y son capaces de discernir y valorar aquello que representa crecimiento o no para ellos. La educación es un instrumento poderoso que permite que aquellos que se encuentran social y económicamente marginados puedan salir de la pobreza y participar plenamente en la vida de las comunidades. Es un arma y, cuando no se tiene, es fácil dominar y controlar a las masas. Es por ello que todos los gobiernos opresores la evitan, no quieren hombres y mujeres capaces de pensar por sí mismos.
“Los extremistas han demostrado qué es lo que más temen: una niña con un libro”. Malala Yousafzai
Está claro que la educación es un catalizador para lograr el desarrollo sostenible de los pueblos, ella forma parte de la Agenda Mundial 2030. Es un elemento clave para ayudar a integrar a las personas dentro de la sociedad.
Para Reddo, la educación es fundamental, por ello la promovemos y buscamos alianzas estratégicas que faciliten el acceso a las personas al estudio, a la especialización, a la formación para que su proceso de integración en España sea más sencillo.
La educación abre un mundo de posibilidades y oportunidades, es la llave para lograr bienestar y calidad de vida. Quien tiene educación puede aspirar a vivir siempre mejor. Es un proceso continuo de mejora que no discrimina en edad o género.