Cómo aumentar tu productividad no tiene por que ser una ciencia oculta. Algunas de las acciones y micro hábitos más simples pueden tener la mayor recompensa en el enfoque mental, la energía y la productividad general.
Es por eso que queremos compartir contigo esos micro hábitos que puedes aplicar fácilmente a diario para que puedas hacer más y trabajar de manera más eficiente:
1. Planifica tu día la noche anterior
Una planificación adecuada evita un rendimiento deficiente. Por lo tanto, como parte de tu rutina nocturna, planifica el día siguiente con gran detalle, escribe las tareas que quieres completar, clasifícalas según la prioridad y establece tiempos de ejecución de las mismas. Esta práctica podría triplicar tu productividad diaria.
Planificar tu día con anterioridad te va ayudar a concentrar toda tu energía en ejecutar el plan en lugar de tener que hacer el plan.
2. Revisa tus metas a largo plazo con frecuencia
La razón más común por la que las personas no logran alcanzar sus objetivos es simple: se olvidan de ellos. Cuando careces de un sistema para mantener tus objetivos en mente, se desvanecerán lentamente debido al ajetreo de la rutina diaria.
Para evitar esto, te recomendamos revisar tus metas a largo plazo con frecuencia para que tus objetivos permanezcan en la parte superior de tu mente y te mantengas enfocado en ellos.
Además, te ayudará a planificar y diseñar tus días a propósito para realmente progresar hacia tus objetivos a largo plazo en lugar de simplemente reaccionar al ajetreo del día a día.
3. Identifique sus 3 principales objetivos diarios
Uno de los hábitos más simples pero efectivos para aumentar tu productividad es identificar tus 3 objetivos principales para el día. Cuando identifiques claramente tus prioridades, todo tu día estará mucho más enfocado y decidido.
Por lo tanto, antes de que comience la jornada laboral, tómate un minuto y hazte la siguiente pregunta: ¿cuáles son las 3 cosas que, si se logran hoy, me acercan a alcanzar mis objetivos a largo plazo?
4. Bebe dos vasos de agua justo después de despertarte
Cuando te despiertas, es importante hidratar inmediatamente tu cuerpo. Después de estar sin agua durante 6-8 horas, estás prácticamente deshidratado. Esto lleva a sentirse lento, desenfocado y tal vez incluso un poco irritado.
Por lo tanto, siempre bebe dos vasos de agua justo después de despertarte, antes de tomar tu primera taza de café. Esto te va ayudar a sentirte con más energía y despierto, lo que aumenta tu estado de ánimo y productividad matutina.
5. Haz una revisión diaria de 5 minutos
Como parte de la rutina nocturna, haz una revisión de 5 minutos del día utilizando tu lista de actividades y pregúntate:
- ¿Logré mis 3 principales prioridades del día? Si no, ¿por qué no?
- ¿Qué tareas ocuparon tu tiempo y energía, pero no condujeron a resultados significativos?
- ¿Qué personas y actividades despertaron la mayor energía y felicidad hoy?
- ¿Qué haría diferente mañana?
Esta revisión de 5 minutos te ayudará a mejorar tu rendimiento empresarial y personal para que trabajes de manera más eficiente.
6. Comunícate con tus amigos
Los amigos aumentan las energías positivas, te hacen sentir bien, te llenan de afecto, por lo que te motivan y te dan ánimo. Recuerda, la energía es infecciosa. La mentalidad y los hábitos de las personas de las que te rodeas se contagian. Úsalo a tu favor.
7. Evite la sobrecarga de información temprano en el día
¿Qué es lo primero que hace la mayoría de las personas cuando se despiertan? Revisan su teléfono inteligente. Según el IDC Research, alrededor del 80% de los usuarios de teléfonos inteligentes revisan sus dispositivos móviles dentro de los 15 minutos posteriores a despertarse cada mañana. En los primeros minutos de despertarse, ya han leído docenas de opiniones en las redes sociales, han descubierto cinco nuevas tareas pendientes en su bandeja de entrada de correo electrónico y se han enterado de todas las cosas malas que suceden en el mundo según las noticias.
En lugar de comenzar tus días de esta manera, lo que solo conduce a la sobrecarga de información, el estrés y la distracción, usa la mañana para concentrarte en tu misión, tus objetivos y prioridades. No seas reactivo a las cosas de otras personas, sino concéntrate en avanzar en tu vida.
8. Usa la mañana para hacer
La mañana es cuando la mayoría de las personas, naturalmente, tienden a estar más energizadas, enfocadas y disciplinadas.
Por lo tanto, uno de los movimientos más inteligentes es usar la mañana para tus tareas más desafiantes e importantes. Estas tareas requieren el máximo rendimiento mental, fuerza de voluntad y concentración.
9. Usa la tarde para administrar
Por la tarde, se tiende a ser más propenso a las distracciones, se tiene menos energía. Es por eso que, por la tarde, es mejor realizar tareas de «tipo de administración», como correo electrónico, reuniones, trabajo de administración y llamadas de Zoom.
Estas tareas no requieren el máximo rendimiento cognitivo, por lo que se pueden hacer durante esas horas en las que, naturalmente, no estás en tu mejor momento. Guarda tu teléfono durante las horas de concentración, la recompensa en el enfoque adicional y la productividad es realmente invaluable.
10. Diviértete
Algunas personas son demasiado serias acerca de todo. Toda esta seriedad sofoca la creatividad y agota la energía. Pero no tiene por qué ser así. Perseguir grandes metas y divertirse puede coexistir. De hecho, deberían coexistir.
No te dejes atrapar por toda la seriedad de hacer negocios. Cuanto más divertido te diviertas, más creativo y lleno de energía te sentirás. La diversión alimenta tu éxito.
11. Concéntrate en la recompensa, no en el esfuerzo
En lugar de centrarte tanto en el «dolor», comienza a centrarte en la «ganancia».
12. Ahora hazlo
Recuerda, el conocimiento es sólo poder potencial. Si quieres hacer un cambio real en tu vida, necesitas aplicar lo que has aprendido.
Por lo tanto, como punto de acción para este artículo, elige al menos dos micro hábitos y aplícalos en su vida lo antes posible y empezarás a trazar el camino de los Doers, de los que emprenden.