El día Mundial del Ahorro
Mañana no solo se celebra el día de brujas, también se suma un aniversario más al Día Mundial del Ahorro. Esta festividad cumple ya 96 años de ser instaurada, en aquellos tiempos, por la congregación de más de 300 representantes de 27 países, quienes se reunieron para analizar y discutir varios temas en referencia a las cajas de ahorro.
La evolución de dicho evento llevó a la refundación del organismo en el año 1994, dando lugar al Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas y Grupo de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas Europeos (WSBI-ESBG por sus siglas en inglés).
El ahorro no es más que la acción de tomar una parte de nuestros ingresos y guardarla para ser utilizada en un momento futuro. En tiempos modernos, y bajo definiciones de teoría económica, el público en general está consciente de que debe existir una tasa de rendimiento que estimule al ahorrista a colocar sus fondos en una institución que le retribuya por los mismos de acuerdo con dicha tasa.
Esto me lleva a pensar en la intención inicial del Día Mundial del Ahorro, en donde se incitaba a la población a depositar su dinero en una institución bancaria, es decir, motivar a la gente a ser bancarizada. Recordemos que, por aquellos tiempos, el manejo de efectivo era la regla y como muchos debemos haber escuchado, se guardaba debajo del colchón.
Casi un siglo después, han pasado varios ciclos económicos en los que se han vivido crisis financieras en el pasado reciente, que han dejado consecuencias significativas en buena parte de ese público bancarizado.
Sin ir muy lejos, en los países del primer mundo, las tasas de interés son tan bajas, incluso en muchos casos hasta negativas, que la opción del colchón vuelve a tomar relevancia. Por su parte, los países en vías de desarrollo luchan contra una inflación que hace perder todo tipo de motivación al ahorro, ya que resulta mejor gastarlo antes de que pierda valor en el banco.
¿Cómo es el ahorro en la era digital?
Ahora bien, el mundo digital en el que vivimos puede dar un nuevo sentido al ahorro. Hoy en día, un teléfono inteligente nos abre las puertas para abrir cuentas bancarias, solicitar micro préstamos, enviar remesas, invertir en instrumentos financieros y cotizar seguros entre otros servicios.
Es aquí donde la acción de ahorrar no pierde vigencia, todo lo contrario, se potencia ya que tenemos acceso a través de los canales digitales a darle el debido uso a esa porción de nuestros ingresos que queremos destinar a un fin distinto de los gastos corrientes.
En estos tiempos es indudable que el ahorro toma una nueva dimensión. Ya sea planificando nuestras compras de diciembre, invirtiendo en nuestra formación o llevando a cabo una idea, según el concepto que hemos presentado del valor emocional del dinero.
La era digital nos permite darle el destino que para nosotros sea el correcto de acuerdo con una previa evaluación de nuestro presupuesto personal y familiar. Acceder a productos de la banca tradicional puede resultar complicado. Somos las Fintech quienes nos hemos propuesto bancarizar a todos aquellos que requieran de estos servicios, con lo cual las posibilidades financieras del público aumentan significativamente.