Seguramente dentro de tu ambiente laboral, has escuchado más de una vez el término buenas prácticas. Cuando se hace referencia a ellas, se está hablando de todas las acciones, principios, normativas y procedimientos, que han dado resultados positivos y demuestran su eficacia.

Ellas sirven para dar un marco de referencia a las diferentes situaciones laborales que sirven a los trabajadores para que realicen sus actividades en mejores condiciones. 

La aplicación de buenas prácticas debe estar relacionada con el propósito de la organización, de esa manera se garantiza la coherencia entre lo que se dice vs. lo que se hace.

En el caso de Reddo, cuyo objetivo es contribuir con la inclusión financiera de los inmigrantes en España, hemos adoptado como buenas prácticas:

  • Garantizar que todos los inmigrantes venezolanos en España tengan acceso a servicios de financiación, a través de una plataforma 100% digital, fácil de usar e intuitiva. 
  • Desarrollar contenido sobre educación financiera para que nuestros clientes actuales y potenciales tengan las herramientas necesarias que les permitan tomar control de sus finanzas personales y decisiones relacionadas con dinero. 
  • Damos acceso a todos los clientes con documentos legales en España, independientemente de su estatus. 
  • Trabajar en productos financieros útiles y pertinentes, que se adapten a las necesidades de los usuarios y sumar alianzas con empresas que ofrecen beneficios para nuestros clientes. 
  • Formar parte de las organizaciones del sector fintech de España que buscan protección del usuario de servicios financieros y obtener experiencia para mejorar nuestro servicio y atención al cliente.
  • Abrirle las puertas y el acceso al crédito a los inmigrantes y que así puedan dar sus primeros pasos en España.

Aplicar estos principios no sólo nos permite ser coherentes con nuestra filosofía y objetivo de empresa, sino que también nos permite ahorrar tiempo, optimizar los procesos y reducir los errores, lo cual conduce al éxito de los resultados.